Placenzotti de sables y platillos
El año no arrancó nada bien para los vecinos de San Carlos Centro, Santa Fe. El ex intendente y padre del actual (Juan José Placenzotti), Jorge Placenzotti, agredió físicamente a un niño de 10 años con capacidades diferentes.
Leer la siguiente noticia: Santa Fe: ex intendente, de San Carlos Centro, tomó del cuello a un niño de 10 años.
Llama mucho la atención -o no- como los principales medios de la ciudad sancarlina, han optado por el silencio ante el suceso, dejando que el caso se esfume con los días. Ninguno ha dicho algo al respecto, ni siquiera sobre la cobardía de la Municipalidad de San Carlos de quitar las cámaras de seguridad que filmaron el acontecimiento situado en el Paseo Parque.
No es la primera vez que el ex intendente sancarlino utiliza la fuerza como método de disuasión, lo ha hecho en el 2017 contra una empleada municipal, embarazada, (hecho del cual fue denunciado) y con distintos vecinos de la ciudad. Ante cualquier acto, busca demostrar su poder y su carisma para ganar o, en el peor de los casos, salir de pie.
En agosto del 2020, ambos Placenzotti -padre e hijo- fueron noticia nacional en el diario Página 12. En aquel artículo, titulado “un patrón de estancia en la comuna”, trabajadores municipales señalaron la cantidad de atropellos cometidos por ambos funcionarios -o ex-, en sus respectivas gestiones. Por ejemplo, Hugo, empleado municipal, participó durante una huelga salarial y por ello le bajaron la categoría en el escalafón municipal, le quitaron el puesto, no le permitieron realizar horas extras y hasta le descontaron dos días de vacaciones. Daniel -otro empleado-, por otra parte, cuando fue a entregar una nota para pedir licencia (por la pandemia) se sorprendió con que le abrieron una causa por incumplimiento de la cuarentena. Magnífico.
Jorge considera que el municipio de San Carlos es suyo, al mejor estilo de Adolf Hitler -apodo que utilizan vecinos sancarlinos para referirse a su persona-. Sus reacciones son siempre impertinentes, desde atacar a un niño o una embarazada, hasta mandar policías a las medidas de fuerza de los trabajadores. Presiona, espía, castiga y humilla.
Es cierto que muchas de las políticas tomadas durante sus gestiones fueron muy buenas para el municipio, de hecho las finanzas siempre fueron acordes, más allá de las críticas que pudo haber recibido. Pero gobernar con sometimiento y subordinación degrada al ciudadano sancarlino. Persuadir a los trabajadores con quitas de aumento por participar en paros no sólo es una aberración ante la ley sino que es un atentado a la figura del trabajador.
El flamante ex intendente sancarlino ganó a sus votantes -gracias a sus políticas- pero el poder lo sesgó, como a tantos otros. Su autoritarismo y comportamiento avasallador terminó desgastando su buena imagen y ahora salpica hasta a su propio hijo. Aunque, gran parte de los sancarlinos consideran que quien sigue tomando las decisiones es el mismísimo Jorge y no “Juanjo”, su hijo, como debería ser.
Los Placenzotti cada vez están más aislados, ya sea por los trabajadores o vecinos, pero hasta por quienes forman parte de su partido. Días posteriores al hecho del niño, los concejales de San Carlos Centro le recriminaron, mediante una carta, al intendente que revise la situación de los trabajadores municipales y que deje de lado el estilo soberbio que los caracteriza. Además, le solicitaron que desde el municipio se busque esclarecer el caso del niño agredido. Totalmente ingenuos pero se despegaron de ellos. Esta carta fue firmada tanto por la oposición como por el oficialismo.
El ex intendente con todo su entorno, siempre vengativos, atormentan a quienes se les interponga, como si fuera un señor feudal o un patrón de estancia y su milicia, como lo etiquetó Página 12. Quizás deberían aprender, tanto Jorge como su hijo, que uno le cedió -por voto popular- al otro la responsabilidad de gobernar y no una corona con un sable para castigar.
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