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Mostrando entradas de diciembre 10, 2020

La (in)gestión de ridiculeces

Hace un año, exactamente, el señor Alberto Fernández se proclamaba Presidente de la Nación. La fórmula Fernández-Fernández fue elegida por el 48,24% de los votos, en una elección con la participación superior al 80% del electorado. El Frente de Todos (FdT) era una coalición electoral con la alianza de Fernández-Fernández-Massa (Alberto, Cristina y Sergio, respectivamente). Sin los votos aportados por estas tres figuras, Alberto no hubiera llegado al Sillón de Rivadavia. Pero la gran pregunta que surgió, luego de ese pacto, es quién iba a mandar. Se convierte imposible que tres personas gobiernen al mismo tiempo, por lo tanto un espacio debía tener más fuerzas que otro o por lo menos más voz. Por eso se pensó que una forma moderada era ponerlo a Alberto Fernández de candidato a Presidente. Sin embargo, colocarlo como Presidente no garantizó el mando del bote. Por idas y vueltas, se sostiene que es la Vicepresidente quien marca el ritmo del redoblante. Pero tampoco es tan así, ya que Alb...

La carta desde el exilio

Cuando se cumple un año de un hecho se festeja y se trata de hacer un balance. Esto sucede, por ejemplo, cuando se llega a Fin de Año, cuando festejamos un cumpleaños, cuando pasa un año de recibirnos o cuando un Gobierno cumple un año de mandato. Siempre se realiza un balance, es decir, se tienen en cuenta los pros y las contras, se evalúa una crítica y se plasma en un papel, programa radial, televisivo o en una red social. Cristina Fernández hizo su balance y por eso quiero dedicar unas palabras a ello. La Vicepresidenta claramente se diferencia de todos los Vicepresidentes del ‘83 a la fecha. Muchos marcan que hablar sobre una Vice que pone su agenda propia es desconocer las funciones de su cargo, ya que ella no es Presidente y es una mera psicosis.  Es cierto que Cristina Fernández, como bien dice Edi Zunino, es una especie de “commoditie” que vende. Es muy difícil hablar de política en Argentina sin mencionarla, así como al oficialismo le cuesta mucho despegarse -en el relato-...