Argentina, un mueble donde todo parece que se va caer
Mi cocina es chica, tiene una dimensión de tres por tres metros, con una mesa cuadrada en el medio de casi un metro cuadrado. El amoblamiento de la cocina implica que el espacio para circular dentro de la misma sea escaso. Prácticamente no podés pasar si hay alguien lavando los platos o cocinando sobre el bajo mesada. Querido/a lector/a permítame poner el foco sobre mi bajo mesada en forma de “L” que tiene una altura de noventa centímetros respecto al suelo. El mueble cuenta con cinco puertas más los compartimentos donde guardo los cubiertos, cuchillas, repasadores, etcétera -ya sabe, como en toda cocina-. En la esquina, o ángulo recto del bajo mesada en forma de L, hay una puerta que es diferente de las otras porque es doble, es decir, más grande que las demás. Allí hay todo tipo de utensilios de cocina: tablas, boles, bandejas, cacerolas, recipientes, tuppers, entre otros. Este mueble, a su vez, tiene (más bien tenía pero ya llegaré a ese punto) un piso en su interior, logrando así t...