Kirchnerismo: la máquina de la victimización
La noticia de la semana creo que es, sin dudas, el fallo de la Corte Suprema respecto a la condena de Amado Boudou. Se convirtió -en la Argentina de los récords- en el primer (ex) Vicepresidente condenado con sentencia firme avalada por el máximo tribunal del país. No podemos dudar en si es o no un delincuente, lo es y punto, ni decir que es el primer Vicepresidente delincuente. Se supone que la Corte Suprema está integrada por jueces competentes a la función, es decir, están a la altura de las circunstancias. Por ende, me parece totalmente peligroso que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, haya acusado a la Corte Suprema de persecución política. Textualmente, en su cuenta de Twitter, expresó: “Causas armadas, sentencias truchas, testigos falsos. Nada justo puede resultar de eso. Necesitamos justicia. Basta de persecución política. Se tiene que acabar el lawfare.” Sin embargo, no fue el único que se ha nombrado en contra del fallo. También lo hizo Santiago Cafiero, Jefe de Gabinete...