La pandemia macrista

La señora Cristina Fernández ha utilizado reiteradamente el término «pandemia macrista». No sólo es un término erróneo sino que puede ser un mensaje con un objetivo claro: si ves a Macri ponete barbijo.

La gestión de Mauricio Macri fue muy errática en materia económica, algo que el común de sus votantes -y hasta de la oposición- nunca hubieran creído que sucediera. En otras palabras, ¿quién hubiera pensado que el empresario y ex-presidente de Boca chocaría contra la economía?

Fue una gran decepción, una desilusión, era la oportunidad para crecer y le erraron. Voy a sintetizar el origen de la colisión en el año 2018. Mauricio Macri, asesorado por “el mejor equipo de los 50 años”, fracasó en materia económica debido a prácticas ya fracasadas, mentiras, subestimación, mediocridad y mala suerte. La cosecha del 2018 hizo quebrar el sostén de las teorías económicas tomadas por el ingeniero, una caída del 20% respecto a la del año anterior.

Más allá de los errores cometidos por Cambiemos, no se le puede atribuir el término «pandemia». Primero porque no lo fue y segundo porque la definición de dicha palabra es en contexto global -Macri fue presidente de la Argentina, no conquistó toda América-.

¿Por qué se utiliza el término «pandemia macrista»? Daré dos hipótesis, a continuación, que se pueden entrelazar.

La primera. La definición de «pandemia» es una enfermedad epidémica que se extiende a muchos países, como la del coronavirus. Por ende, la gestión de Macri fue una enfermedad, algo que nació, que brotó, de la nada o por una mala acción de alguien. Es decir, un virus que salió de la nada y enfermó a todos o alguien consumió algo que afectó a toda la población.

Es un error monstruoso. De esta forma omite que parte de la población lo eligió por voto popular o que los que lo votaron son unos irresponsables por comerse un murciélago y propagar el virus. Si es la primera, quiere esconder que un sector de la población votó a Cambiemos por el mal desempeño de las gestiones pasadas presididas por CFK. En cambio, si es la segunda, los responsables de la crisis económica desatada durante el gobierno kirchnerista pero profundizada en el macrismo, son los que lo escogieron.

En definitiva, no es que Cambiemos llegó al poder por el voto popular, sino por mala suerte, por una enfermedad, un virus que se metió. Subestima a los ciudadanos.

La segunda hipótesis que propongo es meramente por qué utiliza «pandemia» y no «epidemia». Voy a resumir -irresponsablemente- en dos grupos: derecha e izquierda. Suponiendo que en América Latina existe una derecha e izquierda como tal, podemos decir que en los últimos años hubo un “cambio ideológico” en América Latina. Países gobernados por la “izquierda” en 2015 como Brasil, Ecuador, Bolivia, Argentina, entre otros, sufrieron un maldito virus neoliberal hecho en laboratorios norteamericanos y fueron desplazados por gobiernos como el de Jair Bolsonaro, Mauricio Macri, Sebastián Piñera, Lenín Moreno, etcétera.

No sólo que es un error minimizar todo en izquierda y derecha como si fueran los setenta, sino que es omitir que existió un proceso democrático, en dichos países, para cambiar de gobierno. En síntesis, Macri vendría a ser la cepa argentina, mientras que Bolsonaro lo es en Brasil y Moreno en Ecuador, dejando de lado que cada mandatario fue elegido por los atropellos de su antecesor, no por sus virtudes.

La gestión de Mauricio Macri fue mala y lo debemos asumir. Fracasar no está mal, no es un delito. El problema es cuando nos mienten o nos subestiman queriendo tapar el sol con la mano, como se hizo durante los gobiernos kirchneristas y el de Macri, en algún punto. Sin embargo, a pesar de que desde el 2018 Mauricio empezó a subestimar la capacidad de los ciudadanos, no cumple con las características para compararlo con una enfermedad. Como tampoco el kirchnerismo fue una enfermedad o una «pandemia».

¿Cuál es el objetivo de instalar en el relato la «pandemia macrista»? Que nos debemos cuidar, para que no vuelvan porque si vuelven van a destruir lo que todavía no pudieron. Una especie de coronavirus 2.0. Es tal cual hizo el ingeniero Macri en 2019 en sus discursos, que si el kirchnerismo vuelve arrasa con todo pero como no hubo una pandemia reciente en la historia contemporánea se limitó a llamarlo así.

¿Qué debemos hacer? Además de utilizar barbijo en las próximas elecciones legislativas -excepto que Putin mande millones de vacunas y Kreplak las coloque con un rifle de dardos anestesiantes desde un helicóptero-, tendremos que usar una especie de «barbijo ideológico» no vaya a ser que nos consuma el maldito virus neoliberal del macrismo.

Ni uno ni los otros se cansan de hacer politiquería, hasta en un momento trágico como el actual. Una sociedad que desea una vacuna que no va llegar, una primera ola estancada por la falta de testeos y la amenaza de la segunda ola.

¿Dónde quedó el discurso del proyecto nacional y popular? Por lo menos daba la sensación que pensaba en algún proyecto de país.


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