¡Estamos vacunados!




Querido lector, déjeme decirle que estamos vacunados hace años, pero no del coronavirus, sino de la opinión crítica, objetiva. Sólo me voy a limitar a poner en juicio el tema resonante, nuevamente en las redes sociales, que es la vacuna del COVID-19.

En sí, hoy no nos preocupa cuál vacuna es la mejor sino cuál adquirirá Argentina. Digo que no nos preocupa porque, por ejemplo, el Gobierno Nacional este 24 de diciembre tendrá en su potestad 600 mil dosis de la vacuna Sputnik V -fabricada por Rusia-, teniendo en cuenta que es una de las más polémicas.

La Sputnik V, actualmente, no cuenta con respaldo científico, es decir, carece de estadísticas. No hay información técnica, sólo periodística y tenga en cuenta -aunque este quisiera- que los periodistas no son científicos.

El mandatario ruso, Vladimir Putin, no se colocará la vacuna, por lo menos la Sputnik, debido a que no es recomendable para mayores de 60 años. Creo que es momento de preguntarnos: ¿con quiénes probaron las vacunas? Se supone que uno cuando realiza un estudio sobre la efectividad de una vacuna, está apuntado a diversos focos. La categoría de edad, mayor a 60, se sobreentiende que es uno de los focos más importantes -teniendo en cuenta que el covid tiene mayor letalidad frente a este sector etario-. Según la información periodística rusa, la vacuna no fue probada, a gran escala, en mayores de 60.

Volviendo al tema central, que es el Gobierno Nacional y su necesidad de fracasar, el Presidente Alberto Fernández insistió en que se vacunarán a 300 mil personas este mes -hoy es 18 de diciembre y la vacuna llega el 24-. Nicolás Kreplak -viceministro de Salud bonaerense- detalló que entre 125 mil y 135 mil personas recibirán las dosis por día. ¿Leyó bien?

Argentina tuvo un récord de 35 mil testeos el 21 de octubre. Si en todo el país se logró testear, en un solo día, únicamente a 35 mil personas, ¿cómo harán para vacunar a 130 mil por día? Se ve que Kreplak ve un número y divide con la calculadora por los días que le quedan al año.

No sólo hay que mirar un dato como los tests realizados, basta con pensar cómo será la logística para vacunar diariamente a 130 mil personas con un Gobierno que no pudo ni organizar un velorio. Con un Poder Ejecutivo donde el Presidente dice algo y el Ministro de Salud -Ginés González García- hace, piensa y exclama otra.

Existió hace unos meses, desde los medios, un lobby muy marcado respecto a la vacuna Pfizer-BioNTech, pero recientemente fue aprobada y utilizada en países como Reino Unido, Estados Unidos, Bélgica, Chile, Ecuador o México -dichos países latinos aún no han suministrado dosis a sus habitantes-.

¿Qué espera el Gobierno argentino? No se sabe con exactitud. El ministro de Salud acusó que la empresa Pfizer -financiadora de BioNTech- le remarcó algunas “condiciones inaceptables”(sic). Es real que las empresas farmacéuticas solicitan leyes que les garantice inmunidad ante la justicia local, es decir, en caso de posibles litigios se harán un tribunal extranjero seleccionado por la empresa, pero ¿qué tipo de condiciones, adicionales a ésta, le fueron solicitadas? Chile, por ejemplo, recibirá 20 mil dosis en diciembre (de Pfizer). ¿Qué le pidieron a Sebastián Piñera? ¿Que se abstenga de decir barbaridades como Ginés?

Juntos por el Cambio pedirá el juicio político de Ginés González García y es comprensible. Es el ministro que aseguró que el coronavirus no iba a llegar o que en Argentina se practican mil abortos por día -350 mil en el año, una cifra totalmente estrafalaria-. También se excusó que existen problemas con los aviones sobre la llegada de la vacuna rusa.

Me surgen preguntas como por ejemplo: ¿qué hay detrás de la vacuna Sputnik V? ¿Otro negocio típico entre gobiernos populistas? ¿Será que Pfizer le solicitó “condiciones inaceptables” o desde Rusia le indicaron que haga contrapeso con sus declaraciones?

Sin embargo, a pesar de todas las preguntas que me atosigan no tengo dudas que muchas de las declaraciones del Ministro son por dos hechos: el primero por su naturaleza de ser mediocre y el segundo es porque nos subestima a los ciudadanos -cree que somos monitos-.

En definitiva, este año lo cerraremos sin vacunación porque no hay programa, ni logística, y quizás sin el mismo Ministro de Salud. Repito, sus declaraciones son una falta de respeto hacia los argentinos y el Presidente corre el mismo riesgo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La privatización de los DDHH: el refugio de Milagro Sala

Placenzotti de sables y platillos

La (in)gestión de ridiculeces